La desinformación en tiempos del coronavirus ha llegado a su culmen. Cada vez se comparte más información falseada y es más difícil luchar contra los bulos en estos días. El problema es que, cuando hablamos de salud, un bulo puede causar un gran perjuicio y mucho sufrimiento. Te proporcionamos algunas armas digitales que te pueden servir para luchar contra los bulos y filtrar la información falseada realizada por personas u organizaciones con fines económicos o ideológicos, que no tienen nada que ver con la salud.

Artículo elaborado por Pedro Alcoba González, especialista en comunicación y responsable de Marketing Digital en las Webs de Extra Software.

CONTENIDOS

1. Identificando la fuente y comprobando su veracidad

2. Contrastando con otras fuentes

3. Contrastando las imágenes

4. Identificando deepfake videos

5. WhatsApp y la viralización

 

1. Identificando la fuente y comprobando su veracidad

Todos sabemos cuáles son fuentes fiables, por ejemplo, en lo que respecta a datos de la pandemia del coronavirus. Hablamos de la OMS, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades, los ministerios de salud… Podemos debatir sobre si presentan sus datos de un modo u otro, pero en principio no proporcionarán datos deliberadamente falsos. Pero… ¿Qué ocurre con las webs que no son conocidas? ¿Cómo podemos saber quién está detrás?

El buscador de Icann.org

En él puedes localizar quién es el propietario de un dominio, cuándo lo dio de alta, con quién lo registró y dónde está ubicado. Compara los resultados con una búsqueda de un dominio reconocido, y en seguida verás si un dominio no es fiable.

 

ICANN

Para dominios .es puedes utilizar la página Nic.es (dependiente de la entidad pública Red.es)

2. Luchar contra los bulos contrastando con otras fuentes

 

No siempre es tan sencillo saber qué fuentes son fiables en general, para luchar contra los bulos. Organizaciones científicas, editores reconocidos, agencias gubernamentales (en países democráticos) o medios de comunicación suelen ser fuentes fiables, o al menos más que aquellos emisores no incluidos en ninguna de estas categorías.

 

PIPL

 

En el caso de autores individuales, si quieres saber si la persona que está diciendo algo es fiable como fuente, el buscador PIPL permite una búsqueda en la web profunda (Deep Web). Necesitas una cuenta de correo profesional para darte de alta, pero es extremadamente completo. PIPL proporciona de la persona buscada sus e-mails, teléfonos, redes sociales, lugares y coches asociados a él, carrera profesional, formación, personas con las que está relacionado y páginas que hablan sobre él.
Como ejemplo, hemos hecho una búsqueda sobre Donald Trump y esto es solo una parte de lo que hemos encontrado:

 

Si hablamos de medios de comunicación, es recomendable buscar la misma información en otros medios de referencia reconocidos, o bien hacer una búsqueda en google asociando la información encontrada al término “bulo” (español) o “hoax” (inglés), de este modo:

 

  • Noticia o meme+bulo,

 

o bien

 

  • Noticia o meme(en inglés)+hoax.

 

Lo podemos ver en estos ejemplos del bulo sobre cómo verter lejía en el inodoro servía supuestamente para luchar contra el coronavirus

Búsqueda Lejia contra coronavirus+bulo
búsqueda bleach against coronavirus+hoax

3. Luchar contra los bulos contrastando las imágenes

Una de las formas más habituales de bulo consiste en introducir algo cierto en un contexto falso, o bien manipular una noticia añadiendo información falsa. Por ejemplo, en tiempos de coronavirus, mostrar imágenes que corresponden a la lucha sanitaria en un país, atribuyéndolas a otro país diferente. Para desactivar esta técnica con imágenes, lo mejor para luchar contra los bulos es hacer una búsqueda inversa de la imagen utilizada.

Búsqueda inversa de imagen en Google

Se trata de pegar el enlace de una imagen o subir la propia imagen a este buscador de google. Aunque un poco más complejo, puedes también analizar los metadatos de diferentes imágenes para contrastarlos y ver cuál es la imagen correcta.

Aquí tienes un pequeño vídeo que habla de ello:

ANALIZAR METADATOS EN UN VÍDEO

Por ejemplo, si extraemos la imagen de esta publicación aparecida en Twitter. En ella se afirma que Emma Gonzales (sic), es la última Juventud Hitleriana y está rompiendo la constitución.

Emma González es en realidad una activista estadounidense y defensora del control de armas desde que sobrevivió a un tiroteo en Parkland. Una rápida búsqueda inversa de la imagen nos desvelará que la imagen pertenece a una animación manipulada, la activista en realidad está rompiendo un cartel de tiro al blanco.

Busqueda imagen Emma Gonzalez
Imagen falseada de Emma Gonzalez

4. Luchar contra los bulos identificando deepfake videos

La tecnología del deep learning ya permite hacer pasar por reales vídeos de personas famosas, analizando millones de horas de grabaciones y utilizando programas como FakeApp (aplicación que se hizo popular por poner rostros de actrices famosas en vídeos porno). Los vídeos simulados parecen tan reales que es muy difícil luchar contra los bulos en este ámbito. Aunque los especialistas podrían distinguirlos por algunas señales como el movimiento del cuerpo o la entonación de la voz, los “deepfake videos” son realmente muy peligrosos, como muestra este vídeo falseado de Barack Obama.

No obstante, para estos y otros vídeos falseados, aún tenemos algunas herramientas como esta, creada por Amnistía Internacional de Estados Unidos.

Citizen Evidence

Esta web identifica los créditos del vídeo, la fecha de publicación, su descripción y, lo que es más importante, extrae algunas imágenes del vídeo y las lanza directamente a la búsqueda inversa de Google. Probemos con el vídeo falseado de Obama:

 

Busqueda deepfake video Barak Obama

Vemos primero que es un vídeo difundido por BuzzFeedVideo, que es una empresa de comunicación especializada en el seguimiento de contenido viral, lo que ya nos indica algo. Entre los créditos advertimos el nombre de Jordan Peele, director de la película Déjame salir (2017) y otras películas de suspense o terror, lo cual también nos da pistas. Por último, la búsqueda inversa nos conducirá a destapar que es un vídeo falseado realizado precisamente para alertar sobre el peligro de este tipo de contenidos.

Si esto no es suficiente, este enlace de Globorama, aunque ya tiene algunos años, nos da un arsenal de herramientas para analizar en profundidad un vídeo falso.

5. Luchar contra los bulos en su medio: WhatsApp y la viralización

El estudio “Desinformación en tiempos de pandemia: tipología de los bulos sobre la Covid-19”, estableció que el 24,7% de los bulos analizados sobre la pandemia del coronavirus en dicho estudio provenía de WhatsApp. Si tenemos en cuenta que había 41,4% cuyo medio se mantiene sin identificar, tenemos que más del 40% de los bulos cuyo medio identificaron pertenecía a esta red.

La web Maldita.es es un medio de comunicación español dedicado al fact checking (o verificación de hechos) y era inevitable mencionarlo aquí, porque ha servido de fuente para parte de los enlaces que hemos indicado. Pero, además, tienen un chatbot en WhatsApp en la que verifican los bulos que se les remiten. Así es como funciona.

Primeramente, agregas el número 644229319 como contacto a tu WhatsApp. Después, introduce un saludo, y el chatbot te contestará con las opciones:

Bot Maldita 1

Eige 1 (verificar un contenido), y verás que puedes enviar una imagen o describir un contenido que has leído u oído:

Bot Maldita 2

Describimos un contenido dudoso y esperamos pocos segundos a que el bot nos conteste.

Bot Maldita 3

Ya solo queda leer las verificaciones o desmentidos que Maldita.es tiene sobre el tema para informarnos.

Epílogo: Si no estás seguro, no lo difundas

Por último, es de vital importancia NO DIFUNDIR aquellos memes con informaciones falseadas que recibimos a diario. Los bulos pierden la mayor parte de su virulencia si se hacen virales. Un estudio publicado en la revista Science, realizado en una población más de 3 millones de personas durante 11 años de demostró que los bulos en Twitter tienen el 70% más de probabilidad de ser compartidos. Los investigadores lo explican por el efecto “novedad”. Es decir, como indica el estudio, “las falsedades son más novedosas que la verdad y por ello resulta más probable que la gente las comparta”. Debido a ello, el mayor problema de los bulos es la amplísima difusión que tienen, porque muchos internautas contribuyen poderosamente a su viralización.

Y nada más, estas son solo 5 de las muchas herramientas que hay en Internet para luchar contra los bulos. Vivimos unos tiempos en que la desinformación y la mentira campan a sus anchas, y como ciudadanos y lectores debemos equiparnos con armas digitales para combatirlas, o caeremos presa de informaciones simplemente falsas, en el mejor de los casos, o perjudiciales –incluso para nuestra salud- en el peor.