La carrera por la minería espacial comenzó hace varias décadas de la mano de países y empresas, su intención era investigar los asteroides cercanos al planeta Tierra. Desde hace algunos años, importantes startups mundiales buscan la forma de enviar una nave a alguno de los asteroides del espacio cercano para extraer sus riquezas y traerlas a nuestro planeta. Ahora, la tecnología puede estar a punto de conseguirlo, aunque siguen existiendo riesgos y consideraciones legales que se deben tener en cuenta.

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El asteroide PSYCHE 16 y otros asteroides

Una fortuna en el espacio

Países y empresas en la minería espacial

El mercado futuro de la minería espacial

 

Hasta el momento se han identificado ya más de 12.000 asteroides llenos de minerales, con abundancia de metales preciosos en concentraciones mucho más altas de que las que se encuentran en la Tierra. Estos asteroides se encuentran localizados en un radio aproximado de 45 millones de kilómetros de distancia a nuestro planeta.

El asteroide PSYCHE 16 y otros asteroides

La punta de lanza de estas prospecciones de minería espacial fue el descubrimiento por parte de la NASA de un gran asteroide evaluado en 700 quintillones de dólares, un precio mayor que el de toda la economía global de nuestro planeta. Contendría suficientes metales pesados (oro, hierro y níquel) como para que cada habitante de la Tierra recibiera un billón de dólares. Su nombre es PSYCHE 16 y está ubicado entre Marte y Júpiter. La importancia de este cuerpo espacial es tan grande, que la NASA planea comenzar la exploración del asteroide en 2022, junto a Space X, la empresa del multimillonario Elon Musk.

En la misma región de PSYCHE 16 se halla otro asteroide compuesto predominantemente de platino. Se estima que podría valer más de 30.000 millones de dólares. Según parece, de ser explotado y aprovechado al máximo el espacio extraterrestre, podría ofrecer de por vida, todos los recursos minerales necesarios para la ciencia, la industria de la salud y gran parte del resto de los sectores empresariales del planeta.

asteroide psyche

Una fortuna en el espacio

Los dueños del oro, que actualmente controlan las minas más productivas del mundo, producen anualmente 4 o 5 millones de onzas de oro. Estas cantidades palidecen en comparación con las posibles conquistas posibles gracias a la minería espacial. Todo dependerá de dos factores clave: La viabilidad económica de estos proyectos y el desarrollo de las empresas en materia de tecnología espacial.

Cerca de la Tierra hay por lo menos 1500 asteroides a los cuales se puede llegar más fácilmente que a la Luna. De ellos podrían extraerse incontables toneladas de metales como el plutonio, tierras raras para fabricar dispositivos electrónicos y agua que en el futuro se usará como combustible en naves espaciales. La razón por la que es más fácil llegar a los asteroides es porque una nave espacial no tendría que aterrizar, sino acoplarse, debido a que el campo gravitacional de los asteroides no es tan fuerte como el de la Luna o la Tierra y no exige tanto combustible. Otra ventaja de la minería espacial es que, a diferencia de la Tierra, donde los minerales y otros recursos se encuentran cerca del núcleo, en los asteroides no hay que excavar mucho para obtenerlos pues se hallan más uniformemente distribuidos en la superficie.

Asimismo, la Luna alberga oro y platino, así como metales raros terrestres. Los científicos aseguran que el satélite tiene suficiente gravedad como para que una actividad minera pueda funcionar allí.

Países y empresas en la minería espacial

Estados Unidos y China ya están tomando posiciones para lo que será el próximo “boom” de la industria minera espacial. Incluso Japón e Europa también están interesados. Según la empresa inglesa Asteroid Mining Company, una vez que se configure la infraestructura, las posibilidades serán casi infinitas. El primer «trillonario» de la Historia será la persona que explote los recursos naturales de los asteroides; y ya hay candidatos a ello.
La compañía Planetary Resources, financiada por inversores como Larry Page, James Cameron o Richard Branson, lleva tiempo trabajando es su nave ARKYD. Lo mismo sucede con DSI, que tiene muy avanzado el diseño de su nave FIREFLY. Y aunque falta al menos una década para llegar al punto de que estas naves desplieguen sus operaciones mineras, tienen a sus espaldas décadas de investigación y de trabajo en la minería espacial. Estas empresas pretenden no solo extraer minerales y combustibles de esas enormes rocas, sino también agua. Consideran que el agua es el recurso más importante porque es la base sobre la que construir la exploración humana del espacio a gran escala.

En fase inicial en Estados Unidos se encuentran las empresas Aten Engineering y TransAstra Corporation, que tienen instalaciones para que los ingenieros vayan desarrollando su propia tecnología.

Luxemburgo, uno de los países más ricos de la zona euro, ofrece facilidades para que se instalen allí empresas dedicadas a este sector. En el 2016, su gobierno aprobó dedicar unos 200 millones de euros de sus presupuestos para ofrecer financiación y subvenciones, confiando en que la minería espacial traerá a su país las mismas ganancias que en los 80 les trajeron las empresas de satélites de comunicaciones.

El mercado futuro de la minería espacial

En términos generales se calcula que el mercado global para la minería de asteroides alcanzará los 3.800 millones de dólares en 2025, teniendo en cuenta las misiones en curso y las futuras, así como el aumento de inversiones en tecnologías para el sector, como por ejemplo las naves espaciales. Otras previsiones internacionales sitúan a este mercado en 2,7 billones de dólares para el año 2040.

Se cree que en el futuro la Estación Espacial Internacional, o incluso colonias humanas, podrían ser abastecidas con agua proveniente de asteroides, mientras que los metales de los asteroides se usarían en diferentes sitios de construcción en otros lugares del Sistema Solar.